Breve pero firme declaración de intenciones
Desde detrás de un mostrador de farmacia, cada día se nos presentan mil y un casos de pacientes en búsqueda de soluciones para algún determinado problema… “¿Qué puedo tomar para…?” “¿Qué me recomienda en…?” “Necesito algo que me ayude para…” son frases oídas con frecuencia y que constituyen la esencia de la tarea del boticario: un nuevo reto para resolver un problema de salud, mediante una labor de orientación y consejo adecuado.
Siempre he buscado proporcionar los tratamientos más completos, adecuados e individualizados para cada paciente, buscando en todo momento seguridad, eficacia y calidad de los remedios aconsejados. Y es aquí donde gracias a la homeopatía, tras formarme en Francia y en diversas escuelas nacionales, he descubierto unas posibilidades de cuidado y consejo maravillosas. Sí, sí, ya sé que la homeopatía es un tema controvertido, que tiene muchos detractores, que si es solo efecto placebo, que si no sirve para nada, que si no se sabe cómo funciona… Estas objeciones son muy frecuentes, especialmente entre colegas del gremio; pero, yo siempre parafraseo el “…y sin embargo, se mueve…” de Galileo Galilei, ya que he podido observar desde la farmacia patologías que han mejorado de manera extraordinaria con el uso de la homeopatía.
Por ello, Yo aconsejo homeopatía ha nacido cómo una extensión virtual del mostrador de la farmacia para dar consejo, resolver preguntas y dudas y acercar el conocimiento de estos medicamentos al usuario de internet, siempre basándome en 2 premisas: la profesionalidad de mi labor como farmacéutico y la capacidad de diálogo abierto, tolerante y respetuoso con cualquier opinión al respecto del tema. Y es que ya lo dijo Platón, “Buscando el bien de nuestros semejantes, encontramos el nuestro”.