Cómo prevenir y tratar los catarros con homeopatía

Estamos de vuelta del verano y parece que se nos ha acabado ya… Esta semana han bajado considerablemente las temperaturas (se agradece en parte ya que  nos da un pequeño respiro de tanto calor) y en la farmacia hemos empezado a recibir los primeros síntomas de catarro. Es muy típico en estas fechas por el cambio tan repentino de clima, los inicios de colegios y guarderías, en los que los más pequeños hacen una gran mezcla de virus que repercute en toda la familia, la bajada en las defensas tras el verano…

Y así, empiezan los moquetes, los estornudos, dolor de oídos, congestión nasal… Los conocemos todos muy bien. Estos síntomas, aunque pasajeros, pueden repercutir en la vida diaria ya que contribuyen al absentismo laboral, a la falta de los niños en el colegio, a falta de sueño por las noches… en definitiva, se reduce la calidad de la salud.

Esta situación puede mejorarse con sencillas pautas para evitar contagio y reducir los síntomas, y la homeopatía presenta un nicho muy importante de acción en los inicios de patología catarral, tanto a nivel preventivo (antes de presentar sintomatología) como a nivel de tratamiento (cuando ya han aparecido síntomas).

Así, entre las medidas higiénico-sanitarias para evitar o reducir síntomas, encontramos:

  • Evitar contacto con enfermo al máximo, o en su defecto, realizar lavados frecuentes de manos y objetos que hayan podido estar en contacto con el.
  • Beber agua e hidratarse de forma abundante: esto ayuda a fluidificar la mucosidad, evitado el acúmulo de los mismos en la cavidad nasal.
  • Realizar lavados nasales con solución salina o agua de mar, para drenar el moco hacia fuera.
  • Utilizar con precaución medicamentos vasoconstrictores clásicos ya que alivian enormemente la congestión, pero pueden provocar una sequedad intensa a nivel nasal y un efecto rebote importante cuando dejan de utilizarse. Siempre consultar con un profesional, médico o farmacéutico, cómo y cuánto deben usarse.
  • La mayoría de los tratamientos clásicos son puramente sintomáticos, y ayudan a sobrellevar mejor los síntomas sin acortar el proceso. Existen tratamientos homeopáticos, que ahora repasaremos, que sí presentan actividad reduciendo el tiempo y la intensidad de todo el proceso.
  • No hay que olvidar que el moco es un mecanismo de defensa inespecífico de nuestro organismo, y se produce para intentar aislar, retener o bloquear a agentes infecciosos o patógenos (virus y/o bacterias) que intentan penetrar por la nariz. Por ello, siempre es conveniente realizar un drenaje adecuado y “sonar” los mocos de manera frecuente.

Entre los tratamientos homeopáticos de elección en la prevención y el tratamiento de estas patologías hay uno que considero esencial y de gran importancia, tanto por la confianza y la seguridad que me aporta, al no presentar efectos adversos; como por la eficacia que ha demostrado de año en año, comprobado directamente tanto en uso propio, como por testimonios de padres y madres que han visto como se han reducido las infecciones de sus hijos mientras lo estaban tomando. Tiene un nombre un poco raro, eso sí, vamos a verlo:

  • Oscillococcinum: como ya os he introducido, este producto me fascina. Se presenta en cómodas monodosis de glóbulos (bolitas más pequeñas que los gránulos), fáciles de transportar y conservar, y de un sabor agradable, lo que hace que sea tolerable para la toma de toda la familia. Consigue aumentar las defensas inespecíficas, principalmente frente al virus de la gripe, pero también frente a otros virus respiratorios, que causan procesos catarrales. Se posiciona con varias pautas:
    • Preventivo: se debe empezar entre una semana y quince días de los picos fuertes de patología (una semana antes de empezar el colegio puede ser un buen inicio), y se toma una monodosis a la semana. En niños pequeños, es bueno dividir la toma en dos veces a la semana (por ejemplo medio tubo el lunes y medio tubo el jueves).
    • Ante los primeros síntomas: cuando tenemos esa sensación de “Me estoy poniendo malo…”, “Ya me he cogido un catarro…”, es, desde mi punto de vista, como mejora funciona. La toma de una monodosis, tan pronto como sea posible y repetir a las 6 horas, es capaz de evitar la aparición del proceso catarral y sus síntomas.
    • En un estado declarado, se recomienda tomar cada 8 horas y consigue acortar el tiempo de convalecencia. Se puede combinar, sin ningún problema, con medicamentos sintomáticos. Un dato interesante, es el antigripal (tanto homeopáticos como tradicionales) más vendido en Francia.
  • Coryzalia: lo vimos en el post de tratamiento sintomático de alergias, {link al post}, Coryzalia se puede utilizar ya que alivia de forma rápida y efectiva la sintomatología nasal que comparten tanto alergias como catarros. Debe tomarse un comprimido cada hora e ir espaciando según notemos mejoría.

Existen otros medicamentos específicos de prevención de problemas derivados de catarros y patología invernal. Los tratamientos pueden ser tan numerosos como casos se den, ya que no olvidéis que la homeopatía tiene un marcado carácter individualizado y que siempre debe estar guiado por un profesional formado. Si tenéis cualquier duda, no dudéis en contactarme o venir a la farmacia.

Este invierno, a preparar las defensas con homeopatía.

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